Esta receta es una continuación de la entrada anterior, porque en ése momento les mostraba cómo preparar una exquisita salsa pero hoy les traigo el complemento, hoy les comparto la forma en que preparo ñoquis (gnocchi) en casa, una deliciosa y delicada pasta hecha a base de puré de patatas.
Este tipo de pasta tiene su origen en Italia por supuesto, pero en Sudamérica la hemos adoptado gracias a la importante inmigración italiana que hace décadas recibieron varios países de la región, como así también la española, la israelí, etc. En Uruguay es tradición degustar unos ricos «ñoquis» ya sea en un domingo familiar como también los días 29 de cada mes, y esto (lo de los días 29) más que una costumbre es un «mito» (o por lo menos para mí) ya que se dice que si colocamos dinero debajo del plato, es un «amuleto» de suerte para atraer más dinero….. honestamente yo no creo en ello, pero si es por el sólo hecho de disfrutar ésta delicia un día 29, pues bienvenidos sean!
La gran característica de ésta pasta es su suavidad, porque al estar elaborada a base de puré de patatas su textura es inigualable. Lo ideal es utilizar un tipo de patata que no tenga mucha agua, pero como en cada país o región a cada variedad se les conoce por diferentes nombres, sólo les digo de forma generalizada que me gusta utilizar el tipo de patata que sirve para asar o la de cáscara roja. El aparatito que se utiliza para darles la inconfundible forma cóncava por dentro y con ranuras muy finas por su lado convexo es muy sencillo, es simplemente una madera tallada y con un manguito para poder sostenerlo mientras trabajamos con él. El mío me lo ha regalado mi madre hace más de una década y las «huellas» que le va dejando el tiempo son notables, pero es fuerte, como todo lo de antes, y estoy segura que todavía tiene potencial para un buen rato más……
*Tener en cuenta que la cantidad de harina que pongo en la receta es orientativa, puede que se necesite un poco más o un poco menos, todo dependerá de la capacidad de absorción de las patatas. Ir añadiéndola de a poco, porque en éste caso, es mejor menos que más.
Ingredientes: (para 4 porciones)
- 700 g (1 libra y 8 onzas aprox.) de patatas (papas), unas 4 o 5 medianas
- 180 g (1 y 1/4 tazas) de harina todo uso
- 1/2 cucharadita de sal
- 30 g (5 cucharadas) de queso parmesano rallado fino
- 1 huevo entero
- 1 pizca de nuez moscada
- harina extra para trabajar la masa sobre la mesada
* Además necesitarás: una olla profunda llena hasta 2/3 de agua hirviendo para hervir los ñoquis, con media cucharadita de sal y una cucharada de aceite.
Procedimiento:
- Pelar las patatas, cortarlas en cubitos y hervirlas en abundante agua y un poco de sal hasta que estén cocidas.
- Cuando la patata esté lista, colarla y colocarla en una bandeja resistente al calor y majarla con el prensapuré de inmediato. A continuación añadir la sal, la nuez moscada, el queso parmesano y el huevo y mezclar bien.
- Sin dejar que el puré se enfríe agregar la harina; con las manos tratar de formar una masa sin amasar demasiado, estará un poco caliente por ello es necesario trabajar con movimientos rápidos.
- Llenar los 2/3 de capacidad de una olla profunda con agua y llevarla al fuego. Cuando hierva añadirle 1 cucharadita de sal y una cucharada de aceite. Mantener a fuego bajo hasta el momento de hervir la pasta pero cuando vayamos a cocinar ésta, subir la llama del fuego a medio alto.
- Espolvorear toda la mesada con harina. Tomar un trozo de la masa y con ambas manos darle forma de cilindro alargado, de unos 2 centímetros de grosor; tratar de tener las manos enharinadas para que no se nos pegue la masa.
- Con un cuchillo bien afilado iremos cortando los ñoquis de unos 2 y 1/2 centímetros de largo y con la «ñoquera» (utensilio de madera exclusivo para éste fin) o un tenedor, iremos marcando cada trocito de masa enharinado, haciéndolo rodar por encima y haciéndolo a un lado de la mesada. Repetir la operación con el resto de la masa.
- Tomaremos en una mano una bandeja plana o un plato y la colocaremos debajo del nivel de la mesada y con la otra mano y un movimiento rápido (para evitar que la pasta se pegue una con otra) arrastraremos hacia la bandeja la tercera parte de la pasta.
- Ayudándonos con la misma bandeja colocaremos la pasta a hervir. Inmediatamente que coloquemos la pasta en el agua, con una cuchara de madera tocaremos el fondo y daremos unos movimientos circulares; esto es para que la pasta no se pegue al fondo.
- Cuando la pasta comienza a subir a la superficie, ello significa que ya está lista, y ése proceso lleva apenas unos minutos. Con un colador o espumadera iremos retirando la pasta y colocándola en una fuente de servir. Permitir que el agua vuelva a punto de ebullición y repetir la operación con las dos tandas restantes de pasta.
- Servir la pasta caliente con ésta deliciosa salsa o con el aderezo de su gusto.
Acompañar con la salsa deseada, puede ser con mantequilla y salvia, o con el exquisito tuco que les proponía en la entrada anterior.
Si deseas reservar algunos, te aconsejo que los guardes mezclados con un poco de salsa para evitar que se peguen.